Transportar: |
|
Pensé, que era tu amor que era tu vida que era tu dueño
Quizás fingías entre mis brazos evocando nuevo sueños
Pensé, que nuestro pasión flamearía ardientemente
Y de repente, lo has apagado sin piedad ni compasión
Dime mu jer, acaso no soy el hombre que te dio con delirio
Vida, prendas, antojos y cariño y luché tanto por lograr tu buen nombre
Dime mu jer, cómo una reina abandona su trono real
Dislocada en busca de libertad para luego ponerse a mendigar (Bis)